El tratamiento despertará, en esencia, cinco cualidades en el paciente:
Paciencia - Esperanza -Alegría - Conciencia - Confianza
Todo el ambiente que le rodee, así como la atención que se le preste al paciente, estarán al servicio de ese objetivo. Al englobar al paciente en una atmósfera de salud y de luz, se apoyará su recuperación. Al mismo tiempo que los errores del paciente han sido diagnosticados, se conseguirá que él los vea claros brindándole el apoyo y aliento para poder superarlos.
Además, le serán suministrados los remedios que han sido bendecidos por Dios con fuerzas curativas elevando sus vibraciones y abriendo en él los canales que captan
la luz del alma, de manera que la fuerza curativa penetre e invada al paciente. Estos remedios son capaces, al igual que una pieza músical virtuosa o que todas las
cosas que nos inspiran, de elevarnos y acercarnos a nuestra alma, brindándonos paz y liberación de nuestros padecimientos.
El paciente del mañana entenderá que él, y solamente él, podrá liberarse de su padecimiento, aunque requiera consejo y ayuda por par
No existe forma de sanar atacando la enfermedad, sino bañando nuestro cuerpo con las maravillosas corrientes de nuestra naturaleza más elevada signada por las Virtudes, en cuya presencia cada enfermedad se funde como la nieve bajo los rayos del sol.
Hoy, aqui, me pregunto: ¿Estaremos muy lejos de aquel sueño de Bach?.
Muchos somos los que creemos que es posible hacerlo realidad y dia a dia, aportamos nuestro grano de arena con ese objetivo.
