Hola! Bienvenidos! Aquí encontraras temas relacionados al bienestar: propuestas de Cocina Natural, Recreación Turística, Terapias Florales y Calendario Maya, entre otros. Gracias por tus comentarios! Ana Violini
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jueves, 9 de agosto de 2018
Alimentación Consciente
Es posible cuestionar hábitos culturales, mandatos familiares y sociales respecto a con que nos nutrimos. Con preguntas simples podemos hacer que la actividad de alimentarse sea realizada en forma consciente: ¿Elijo los alimentos por costumbre, hábito, rutina, hambre, ansiedad, desconocimiento, apuro, sabor, color, aromas?
Si aprendemos a conocer las propiedades de ciertos elementos, y la forma de combinarlos estaremos ayudando a que la Naturaleza conspire a favor de nuestra salud.
En la Cocina Natural y Saludable se disfruta la preparación, sabiendo que hasta el estado anímico del cocinero es importante, por eso se considera una actividad recreativa y amorosa.
Utilizando Semillas, Frutas Frescas y Secas, Verduras, Cereales Integrales, Legumbres y algunos ingredientes especiales para condimentar se preparan recetas dulces, saladas, bebidas, panificados, aderezos y mucho más, con absoluto respeto por lo Natural, donde predominan sabores, aromas, conocimientos y sobre todo consciencia alimentaria.
Luego de muchos años de experiencia en la elaboración y difusión de los beneficios de la Cocina Natural y Saludable sigo comprobando a diario que es posible preparar platos ricos, sustanciosos, fáciles y sanos. Amo la Cocina, la Alquimia que allí se produce y agradezco al Universo la posibilidad de aportar la experiencia a muchas personas que logran cambiar hábitos descubriendo como su estado físico, emocional y anímico mejoran con la Alimentación Natural.
Es sabido que el alimento, ha sido utilizado históricamente como medicina preventiva, ya lo decía Hipócrates: “El médico cura, solo la naturaleza sana” y “Que el alimento sea tu medicina y tu medicina el alimento”. Actualmente, la ciencia y la experiencia comprueban que cada vez más personas presentan intolerancia a elementos como el gluten, la caseína, endulzantes y aditivos de la comida industrializada y la agricultura alejada de lo natural y ético.
Volver a lo natural, lo simple, rico, saludable, con nutrientes y energía necesarios para estos tiempos de gran demanda, es lo que propongo en cada encuentro de Talleres de Alimentación Consiente. ¿Los beneficios? Mejoras concretas en la calidad de vida personal y consecuentemente por efecto domino, cambios en los ámbitos sociales en que interactuamos.
viernes, 14 de mayo de 2010
Equilibrio químico - orgánico - funcional
Cuando la química del organismo está desequilibrada, los órganos también funcionan desequilibradamente, el hígado, el intestino, el riñón, el corazón, bazo, páncreas, etc.
Los órganos se desequilibran producto del estrés, del exceso de alimentación, del exceso de grasas, harinas, azúcares, cafeína. Se desequilibran también por la baja del sistema inmunológico.
Si bien existen aspectos psicológicos que hacen buscar determinado tipo de alimentos, el desequilibrio químico se produce a partir de la elección de ciertos alimentos o bebidas.
La necesidad de dulces puede tener su origen en la sobrecarga del hígado, estómago, bazo y páncreas, que a partir de este tipo de alimentos se sienten aliviados. El hígado cuando se encuentra sobrecargado también pide harinas.
Cuando el intestino está flojo y expandido, el cuerpo pide alimentos sin fibras como harinas blancas, carnes, quesos, la sensación es de baja energía, entonces la necesidad es de algo que de potencia.
Cuando el intestino está contraído y hay constipación, el cuerpo pide fibras, verduras, frutas y a veces hay hasta voracidad en la comida, porque parece que naturalmente habría que cargar más para luego generar una descarga mayor, es decir cuanto más constipado se está, más se come.
Cuando hay una sensación de debilidad de falta de energía, se busca el mate, el café, la carne, los quesos. Cuando hay una sensación de tensión, se busca el alcohol, el azúcar. Muchos de estos alimentos actúan como latigazos, en el momento dan mayor energía, pero luego, viene la sensación nuevamente de cansancio o desenergización y se busca nuevamente el café o el pan, o la cosa dulce para levantar la energía nuevamente.
La carne actúa de la misma manera, en el momento da la sensación de fuerza, pero luego el organismo va acumulando toxinas y se necesita cada vez más carne para continuar teniendo energía.
En el consumo de alimentos diet y Light, que las personas los consumen para supuestamente bajar de peso, hay algo perverso, ya que sobrecargan la función hepática con lo que luego la necesidad de ingerir harinas y carbohidratos es aún mayor.
Autores: Liliana Racauchi - José Bidart.
Extracto de: Aprendiendo a cuidar el Cuerpo Mente | Nº 58 | “Una Comida Para El Equilibrio Emocional” | Abr. 2006
Los órganos se desequilibran producto del estrés, del exceso de alimentación, del exceso de grasas, harinas, azúcares, cafeína. Se desequilibran también por la baja del sistema inmunológico.
Si bien existen aspectos psicológicos que hacen buscar determinado tipo de alimentos, el desequilibrio químico se produce a partir de la elección de ciertos alimentos o bebidas.
La necesidad de dulces puede tener su origen en la sobrecarga del hígado, estómago, bazo y páncreas, que a partir de este tipo de alimentos se sienten aliviados. El hígado cuando se encuentra sobrecargado también pide harinas.
Cuando el intestino está flojo y expandido, el cuerpo pide alimentos sin fibras como harinas blancas, carnes, quesos, la sensación es de baja energía, entonces la necesidad es de algo que de potencia.
Cuando el intestino está contraído y hay constipación, el cuerpo pide fibras, verduras, frutas y a veces hay hasta voracidad en la comida, porque parece que naturalmente habría que cargar más para luego generar una descarga mayor, es decir cuanto más constipado se está, más se come.
Cuando hay una sensación de debilidad de falta de energía, se busca el mate, el café, la carne, los quesos. Cuando hay una sensación de tensión, se busca el alcohol, el azúcar. Muchos de estos alimentos actúan como latigazos, en el momento dan mayor energía, pero luego, viene la sensación nuevamente de cansancio o desenergización y se busca nuevamente el café o el pan, o la cosa dulce para levantar la energía nuevamente.
La carne actúa de la misma manera, en el momento da la sensación de fuerza, pero luego el organismo va acumulando toxinas y se necesita cada vez más carne para continuar teniendo energía.
En el consumo de alimentos diet y Light, que las personas los consumen para supuestamente bajar de peso, hay algo perverso, ya que sobrecargan la función hepática con lo que luego la necesidad de ingerir harinas y carbohidratos es aún mayor.
Autores: Liliana Racauchi - José Bidart.
Extracto de: Aprendiendo a cuidar el Cuerpo Mente | Nº 58 | “Una Comida Para El Equilibrio Emocional” | Abr. 2006
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