sábado, 21 de octubre de 2017

Calendario Maya o Tzolkin

Cada día llegan a nuestra Gaia las energías que provienen del Cosmos a través de los rayos solares. Esas energías influyen en cada ser viviente y, según la cosmovisión Maya son cíclicas y determinan patrones de evolución. Este conocimiento ancestral fue transmitido y documentado en el Tzolkin o Calendario Sagrado Maya por medio de símbolos que podemos comprender y beneficiarnos con su activación. El estudio del Calendario permite sincronizarnos con los tiempos naturales, como los ciclos lunares (28 días), lo que aporta un orden que favorece la vida misma y la evolución individual y colectiva. Asimismo, conocer el sello y tono (kin) de la fecha de nuestro nacimiento es una herramienta de autoconocimiento de muchísimo valor: podemos tomar conciencia de nuestra esencia, conocer las afinidades, desafíos, dones y la misión de nuestra alma. Los 20 sellos solares representan rangos de frecuencia energética para la evolución humana, simbolizan cuatro razas (roja, blanca, azul y amarilla) y se pueden dibujar, pintar, observar, conectarse con ellos activa la energía que representan. Podemos pensarlos como arquetipos evolutivos: El Dragón da nacimiento a las cosas y las nutre; el Viento las mueve y comunica su sentido espiritual; la Noche deja que penetre el sentido en la psique a través de los sueños y la abundancia del universo, para que la Semilla acierte en el florecer de la materia; y la Serpiente mantiene la fuerza vital de sobrevivir para trascender la muerte y contactar otras dimensiones del Enlazador de Mundos y comprender la misión de sanación que todos cumplimos con la Mano; para embellecer todo en la vida de la Estrella en relación con la pureza emocional de la Luna y así experimentar el amor y la lealtad del Perro y disfrutar de la magia de la vida como el Mono para manifestar la libre voluntad del Humano, para darse cuenta de las cosas y explorar el espacio del Caminante del Cielo y cambiar la percepción del tiempo como el Mago y así ver todo lo creado por el Águila y poder cuestionar todo sin miedo como el Guerrero y navegar con sincronía la evolución de la Tierra, al llegar al refugio de la transparencia en todas las relaciones del Espejo, para provocar una transformación en la Tormenta, mostrando el iluminando todo bajo el Sol.